9.11.09

Entrevista Fernando Alonso






¿Llega a Ferrari en el mejor momento de su carrera deportiva?

Creo que sí, en el momento ideal. He conseguido poles, ganado carreras y dos títulos... acumulando muchas sensaciones durante estos nueve años que llevo ya en F1 y conducir ahora un Ferrari, trabajar para la Scuderia, será el broche culminante de mi carrera.

Ha firmado un contrato de tres años con dos opciones de renovación que pueden llegar a un total de cinco. Quien ficha por Ferrari afirma que será su última etapa. ¿Será también su último movimiento?

Espero acabar mi carrera en Ferrari. La Scuderia representa lo máximo que puede aspirar un piloto que llega a la Fórmula 1; de hecho, es el sueño de todos los que quieren llegar a ser pilotos profesionales. Uno sueña con llegar a la F1, conseguir victorias, sumar títulos... y finalmente en llegar a Ferrari. A partir de aquí, cambiar de equipo es un paso atrás y todos los pilotos hacemos esta reflexión porque sabemos que estando vestido de rojo estás en la cima más alta. De todas formas, la vida no es una línea recta y veremos qué nos deparará el futuro. Dentro de unos años, tres, cuatro, cinco o seis, me decidiré a cambiar de vida para hacer algo más normal, aunque de momento correr es mi pasión, pero estoy seguro que sabré vivir sin la F1. La F1 es mi trabajo, mi gran pasión, pero lógicamente no es algo que vaya a hacer siempre. Tengo otros sueños y otras inquietudes en mi vida y los afrontaré cuando llegue el momento.

¿Cuándo le veremos vestido de rojo?

No lo sé, aunque espero que pronto. De todas formas, poco se podrá hacer hasta primeros de enero. Con el nuevo reglamento de test, sólo tendré entre 6 y 7 días de pruebas en febrero. Este invierno se me hará muy largo.

¿Qué puede prometer a los aficionados que ya ansían verle a los mandos del Ferrari?

No sería honesto por mi parte prometer unos resultados que hoy no estoy seguro de poder conseguir. Lo que sí les puedo asegurar es que lo pondré todo de mi parte, grandes dosis de trabajo y mucha profesionalidad, para ayudar al equipo al cien por cien.

Michael Schumacher tuvo que esperar cinco años antes de ganar su primer título con la Scuderia. ¿Cuánto tendrá que esperar usted?

¡Espero que menos! La situación no es la misma que entonces, además de que Michael hubiera sido ya campeón en 1999 de no haberse roto una pierna en Silverstone. Espero que podamos luchar por el título lo antes posible, ya en 2010, pero en Fórmula 1 es difícil hacer predicciones como se ha podido comprobar este año, en el que se han dado todas las variantes posibles. En todo caso, ser piloto de Ferrari supone grandes ventajas, ya que es el equipo que ofrece a un piloto menos riesgo porque tarde o temprano siempre te ofrecen un coche con el que puedes luchar al más alto nivel.

¿Siente ahora mucha más presión sobre sus espaldas?

No, en ningún caso. Todo piloto que llega a una escudería que espera mucho de él está sometido a una gran presión. Lógicamente, si llegas a la mejor escudería la presión es más fuerte, ya que tanto los aficionados como la prensa te siguen al detalle. De todas formas, si hacemos las cosas bien no habrá problemas con ella.

¿Y si le dicen que es el sucesor de Schumacher, el líder que les faltaba desde la retirada de Michael?

No llego a Ferrari para hacer exactamente lo mismo que hacía Michael. Me gustaría conseguir su palmarés, óbviamente, pero creo que será muy difícil. Llego, simplemente, para estar en el mejor equipo y dar lo máximo de mí en cada carrera. Nuestra relación será buena, normal, como con toda la gente del equipo y con una persona de su palmarés uno sólo puede aprender de él. Una idea, una opinión, un consejo... estoy abierto a todo.

¿Felipe Massa tiene ventaja sobre usted?

Lógicamente, él no tendrá que adaptarse al coche ni al equipo, con el que está muy unido. De todas formas, no creo que ello suponga una ventaja deportiva o técnica, sólo un motivo de confianza de él.

¿Puede volver a reproducirse un choque con Massa, como ya le sucedió usted con Hamilton en su etapa en McLaren?

No, ni mucho menos. No habrá ninguna diferencia entre nosotros, ni en el plan técnico ni en la pista. Lo más importante, independientemente de quien gane, es ayudar al equipo a conseguir el mayor número de puntos para el campeonato de constructores. El equipo, en todo caso, en función de las posibilidades de cada uno, decidirá si nombra un líder o no, pero hay que tener muy claro que Ferrari es el único equipo que está por encima de sus pilotos.

¿Y en el plano personal?

Estoy convencido de que la relación entre nosotros será excelente. Sé que se buscarán problemas donde no los hay, pero nos llevaremos bien, seguro. Corro desde los 3 años y a lo largo de estos 25 años he tenido decenas de compañeros de equipo y algunos han acabado siendo buenos amigos, como Fisichella y Trulli.

¿Se ha arrepentido de no haber aceptado la propuesta de Ross Brawn al final del 2008?

No, quién sabe qué hubiese ocurrido… Si yo hubiera ido a Honda los japoneses no hubiesen dejado la F1 seguramente y, por lo tanto, no hubiesen tenido el motor Mercedes, se hubiera trabajado en el KERS y, en definitiva, hubiesen hecho otro desarrollo. Nunca sabes qué elección tomar.

Lleva dos años sin luchar por el campeonato, pero su motivación permanece intacta, ¿Cuál es el secreto?

Las ganas que tengo de volver a ganar. Si hubiese tirado la toalla porque pensara que todo lo que tenía que hacer en la F1 ya lo he hecho igual hubiera bajado un poco el listón y la motivación, pero tengo muchas ganas de volver a ganar. Estos dos años han sido difíciles, pero sé que el año próximo o el siguiente, tarde o temprano, volveré a luchar por el título y ahí voy a ser mejor piloto que en 2005 y 2006 porque he pasado por esta dura etapa, en la que aprendes muchas cosas y donde te haces más fuerte. Pronto llegará el momento de volver a ganar y yo estoy preparado para ello.

¿Se aprende más perdiendo que ganando?

Las dos cosas te dan mucha información. Está bien aprender a rodar en cabeza, sentir la presión de luchar por el Mundial porque ahora he podido correr mucho más relajado y tranquilo porque no tenía ninguna obligación de luchar por ganar o por el podio. Por el contrario, cuando luchas por el título tienes que saber aguantar esa presión y es una lección muy importante. Pero también cuando estás atrás hay que luchar, hay que hacer 60 vueltas de calificación durante la carrera, repostajes perfectos y, sobre todo, no dejar escapar ni una oportunidad porque sabes que al final de la carrera de ella puede depender una o dos posiciones.

¿De dónde saca estas ganas un piloto que está acostumbrado a ganar cuando no lo hace? ¿De dónde saca esa concentración y esa motivación en las carreras?

Sé que la gente espera mucho de mi y que muchos me consideran el mejor piloto actual y cuando salgo a la pista, ya sea luchando por ser séptimo o noveno, tengo que darlo todo. Hay muchos ojos puestos en mí y debo corresponderles.

Cambiando de tercio, terminando ahora su larga y fructífera etapa en Renault, ¿Se le han pasado rápido estos nueve años en la F1?

Volando. Casi no me he enterado y parece que fue ayer cuando empecé. A veces me da la impresión de que todo lo que he vivido ha sido imaginación mía y no han pasado los años…

¿Ha tenido que hacer muchos sacrificios en su vida?

Hay que renunciar a muchas cosas, pero esa es la vida que yo he elegido y lo que me gusta hacer. Siempre he estado así, subido en un monoplaza con un volante entre las manos.

¿Qué queda de ese chaval de 19 años que llegó a Australia en 2001 para subirse a un Minardi por primera vez?

La persona que en marzo de 2001 llegó a Australia es exactamente la misma que la que existe hoy. No he cambiado nada, aunque loo que sí ha cambiado son las cosas que me rodean. Cuando llegué a Minardi nadie me conocía y nadie me prestaba atención en el paddock. Ahora la gente me conoce, me respetan, me admiran y me quieren... ¡Eso es lo que ha cambiado! Fernando, como persona, es el mismo de siempre. La fama no se me ha subido a la cabeza ni me ha cambiado nada, quizás ha sido gracias a la educación que he recibido, o a los valores que me ha inculcado mi familia. Son gente sencilla, que siguen haciendo las mismas cosas que hacían hace diez años y que seguirá haciendo siempre. En definitiva, soy una persona muy normal. La gente que de verdad me conoce sabe que no he cambiado.

Le gusta ir de frente y decir las cosas a la cara, eso puede ser una virtud pero también un inconveniente…

No creo que sea un inconveniente. Yo creo que hay que ser siempre honesto y decir las cosas a la cara. Si son buenas, fantástico, pero si son malas, se dicen para mejorar, nunca para criticar.
fonte:sport

Nenhum comentário: